¿Puede un crimen de ficción
volverse real?, es la premisa desde donde arranca el nuevo filme protagonizado
por Pablo Echarri, que al ojo del espectador funciona como un rompecabezas
difícil de resolver, y más cuando quedan algunos detalles librados al azar como
en esta oportunidad.
Es una obra de suspenso que
mantiene la expectativa a través del poder que tienen las palabras, remarcando
la importancia de aquello que se dice, y como se lo dice, además de demostrar
que cada vez es más fina la línea divisoria entre lo que es la realidad y la
ficción, siempre dependiendo desde donde se lo mire.
Para ser real, todo lo que
se ve en pantalla es demasiado ficcional, y para ser ficticio, las excelentes
interpretaciones, destacándose la de Monica Antonopulos, la dirección y el montaje ubican a la platea en una
encrucijada muy bien planteada.
Calificación: Buena
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